En mi experiencia personal La comprensión del Transgeneracional abarca todos estos modelos y les da un marco aún más amplio de comprensión.
Si tengo un síntoma físico, eso quiere decir que un programa biológico especial se ha activado. O sea, algún suceso ha sido percibido de tal manera que se ha afectado la homeostasis de mi equilibrio vital interior.
Por ejemplo:
Y aquí quisiera retomar el tema de la percepción, que es el eje que une todos estos aspectos.
Ya sabemos que lo que percibimos, no es copia fiel de la realidad externa, cada realidad es configurada de acuerdo con patrones que interpretan el flujo de información que recibimos desde los sentidos. La forma en que conocemos el mundo estructura nuestra realidad.
Y gran parte de estos patrones están configurados desde la información que recibimos de nuestra biblioteca transgeneracional. Desde allí aprendemos a percibir la vida.
Cuando llegamos a la familia, entramos a un sistema que ya viene funcionando con reglas y patrones definidos. Mandatos, creencias, ideas perspectivas, formas de ver el mundo que han servido a los integrantes de ese sistema para estar vivos y perpetuar el clan. Esta información queda guardada en el inconsciente del sistema familiar para ser usada tal como las variables algorítmicas que conforman un verdadero programa informático.
Nos vamos desplazando por la vida dentro de las variables de ese sistema de información que a su vez está regido como código de supervivencia. Estos son los ingredientes del inconsciente familiar y biológico.
El inconsciente familiar, no es un inconsciente reprimido o de difícil acceso. Esta información del inconsciente es asequible y observable. Basta mirar la realidad que hemos creado a nuestro alrededor desde una perspectiva de conciencia más amplia para comprender como, verdaderos detectives, los patrones que están actuando y que llevan a percibir la vida como lo hacemos.
La elección de nuestras parejas, los amigos, los socios, los hijos que tenemos o no, los oficios o profesiones, cada una de estas elecciones están guionadas por las vicisitudes o necesidades que están desplegadas en el Transgeneracional. Ya sea como respuestas a conflictos o como problemas sin solución.
¿Cómo puedo darme cuenta de que estas formas de percibir están al servicio de perpetuar, reparar o mantener con vida mi sistema familiar?
En el aspecto profesional o laboral:
En el aspecto amoroso:
¿Por qué son importantes las historias de quienes me precedieron?
Cuando contactamos con la historia de los ancestros de nuestro árbol genealógico, pareciera ser historia de otros, un poco ajena y de la que muchas veces, apenas tenemos información. La historia que recibimos es el resultado de los relatos que nos han contado, tal como los juglares en la edad media recopilaban cuentos y agregaban y modificaban contenidos a medida que se pasaban de persona a persona o de generación a generación.
Tal vez también la historia se congela y se repite exactamente igual en su relato, a fin de naturalizarla y sacarle la emocionalidad.
Cuando desplegamos nuestro árbol, comenzamos a darles voz adulta a nuestros padres, abuelos, bisabuelos. Dejamos de contarnos la “historia que nos contaron”, seguramente de pequeños. Nos quedamos con una historia contada para chicos. En el mejor de los casos que nos hayan contado las historias. Y la fuerza de los secretos, de las vergüenzas, de las culpas entonces queda intacta y apaciguando la inquietud por seguir preguntando.
Cuando pregunto a mis consultantes acerca de los abuelos, éstos suelen hablar del vínculo que tuvieron con ellos, si es que los conocieron. De cuando éramos pequeños y la imagen de nuestros abuelos, es esa: la de gente grande con cara de abuelos. Y en realidad, cuando tomamos conciencia de nuestro transgeneracional obrando en nosotros, la propuesta es despabilar nuestros sentidos y razonamiento para ver, sacar a la luz, la vida de nuestros abuelos siendo ellos niños, jóvenes, adultos y reconocer en nuestro presente, las memorias de toda esa historia emocional que da sentido a nuestra existencia.
Somos el resultado de todas las decisiones que ellos han tomado en sus vidas y no podríamos cambiar ni una coma de esa historia. Somos el resultado de los olvidos, de los abandonos, de sus éxitos y fracasos, de sus destierros, de sus amores, de sus secretos. Una entrevista con el consultor en Transgeneracional tiene como objetivo, escuchar la historia detrás de la historia.
Existe un inconsciente familiar regulado por un sistema neurovegetativo autónomo que incorpora las memorias de supervivencia siguiendo la dinámica de la evolución de los seres vivos.
Dentro de la perspectiva del Transgeneracional, no hay ningún detalle librado al azar. La palabra “casualidad” no es posible desde la lectura de los archivos de nuestra genealogía. Todo es visto a la luz de un sentido transpersonal y que a la vez atraviesa las generaciones.
Desde este maco de comprensión, como investigadora de la realidad psíquica es posible hallar una nueva comprensión de las llamadas “enfermedades”.
Comprender el Transgeneracional es ampliar la visión de un psiquismo individual a una grupal o sistémico.
Cuando conectamos con la historia de quienes nos precedieron, tenemos que romper un hechizo: el de las historias que nos contaron cuando éramos chicos, la historia que contaba mamá de su propia historia, de la experiencia que hemos tenido con nuestros abuelos a quienes conocimos ya de grandes y con cara de abuelos. Sacar el polvo de esa historia infantil y reconocer en cada uno de los actores mi árbol genealógico una historia de vida. Abuelos que también fueron niños, adolescente y jóvenes y que dejaron ahogados, sin reconocimiento tantas emociones que no pudieron encontrar su cauce.
Es como hacer un viaje, por un momento, tomar el mismo barco que tal vez tomaron nuestro abuelos o bisabuelos en sus años tempranos y reconocernos en sus anhelos, sus frustraciones, sus miedos, sus amores, sus pérdidas y dolores. Somos parte de una historia más grande que la propia individual, somos los que tomamos la posta de tantas experiencias, y las reconocemos como parte de nuestro bagaje. Somos y pertenecemos a los vínculos. Somos la respuesta de aquellos vínculos. Y la experiencia del vínculo con otros nos permite saber quiénes somos, expresarnos, manifestar nuevos potenciales y descubrir nuevas perspectivas de ver el mundo.
María Eugenia Calvo